Esto implica:

​​

• Corregir los errores ortográficos y de puntuación.

• Ajustar la ortografía a las normas de la RAE (mayúsculas, tildes, abreviaturas, cifras, magnitudes y sus símbolos, etcétera).

• Asegurarse del correcto uso de los recursos tipográficos: comillas, numeración, cursivas, negritas.

• Eliminar los errores y las imprecisiones de vocabulario.

• Aumentar la riqueza léxica y eliminar muletillas y vicios léxicos.

• Corregir los errores gramaticales.